viernes, 11 de abril de 2014

Último día en Polonia. (María Sánchez).

Y llegó el día que nadie desaba que llegara, viernes, último día en Polonia y fin al proyecto Comenius con el que tanto habíamos aprendido y disfrutado.

La luz del sol me despertó otro día más ( no entiendo porqué no había persiana en casi ninguna casa), desayunamos y nos pusimos rumbo al instituto y tras subir unos cuantos de escalones...

 Comenzamos con las presentaciones, esta vez era el turno de Javi y Manuel por parte de España .
Luego participamos en Bussines English Competition, disfrutamos muchisimo. Llegó la hora de comer pero antes hicimos la evaluación de este proyecto. Pienso que la mayoría de los estududiantes pusimos cosas positivas ya que ha sido una oportunidad increíble para conocer culturas y personas diferentes.

Después de comer visitamos una fábrica de pienso que sinceramente me resultó bastante aburrida.
Llegó el tiempo libre en el que Sol y yo aprovechamos para ir al supermercado para comprar ¡CHOCOLATE!

Llegó la fiesta final. Como en cada viaje había una mesa repleta de comida de cada país ( nos costaba bastante no parar de comer nuestro queso de cabra). Además, hicimos diferententes actividades que cada país había preparado. La nuestra salió genial, consistia en pasar por diferentes pruebas con juegos populares de Extremadura para después formar un panel (con fotos, definición, sonido y nombre de lo que era) de cosas típicas de Extremadura.

Para finalizar la fiesta, una de las chicas Polacas cantó la canción que había compuesto para Comenius y después se entregó a cada centro una placa de este encuentro.

No nos importaba que al día siguiente tuvieramos que madrugar, queríamos aprovechar todo el tiempo que nos quedaba y nos fuimos (sólo los alumnos) a un pub en donde bailamos y aunque estuvimos un poco tristes porque esto se acababa lo pasamos bastante bien.


Sábado, seis de la madrugada. Despedida y vuelta a España. Largo viaje de vuelta en el que paramos en París (no queríamos ir a España).
Aunque con algunas maletas en mal estado, llegamos a Madrid. Una experiencia inolvidable que repetiría sin duda.

jueves, 10 de abril de 2014

JUEVES 10 DE ABRIL. CUARTO DÍA EN POLONIA.

Este día, para mí, era el más esperado, ya que tenía muchísima curiosidad de saber sobre la Policía Militar polaca y estaba segura de que me iba a encantar.
Me desperté temprano (como los otros días) y ese día fui corriendo al lugar donde estaba el autobús; y dije corriendo porque mi anfitriona se había quedado dormida. Cuando llegamos, todo el mundo ya estaba en el autobús. Partimos de nuevo a Torun.
Al llegar, nos dio la bienvenida un oficial polaco y nos explicó más o menos qué es lo que íbamos a hacer ese día. Comenzamos con un concierto de la orquesta militar y, sinceramente, estuvo genial. Me esperaba canciones típicas y un concierto aburrido, pero no fue así. Se movían, bailaban y las canciones también eran entretenidas.
Después de la actuación nos permitieron hacernos fotos con los artistas (la verdad es que nos permitían hacer fotos con todo y siempre, después de cada actividad) y todos fuimos como locos.
Tras terminar con las fotos venían dos representaciones. Nos enseñaron como capturan a un delincuente cuando éste huye y la segunda vez lo mismo, pero con disparos (cosa que no muchos nos esperamos). Grabamos vídeos e hicimos fotos. Nos dejaron un tiempo para (como no) volver a hacernos fotos con los soldados. Además nos dejaron disparar, pero sólo una vez y con la ayuda de un soldado.
Ahora tocaba como un "tiempo libre", en el cual podíamos ver los tanques, vehículos, un perro adiestrado, etc, etc.
A mí, se me pasó el tiempo volando y sin darme cuenta, ya era hora de comer. Nos llevaron a un comedor, pero antes de repartirnos la comida un oficial nos contó su vida y como llegó a estar dónde estaba. La profesora de inglés polaca iba traduciendo todo.
Más tarde, nos repartieron la comida, típica de la policía militar (y entendí por qué al ver la sopa: llevaba de TODO...), comimos y partimos.
Nos llevaron a ver un parque de bomberos, también en Torun. Nos enseñaron la maquinaria y cómo preparaban a los bomberos (casi todo el mundo pasamos un circuito, que con luz era fácil, pero al explicaron que ese circuito se hacía con todo el equipo puesto, en la oscuridad, con humo y gritos de fondo nos dimos cuenta de que no era tan fácil).
Después de eso, por fin nos fuimos de Torun, pero las actividades no había acabado. Nos llevaron a Karbówko (no acabé de entender qué era exactamente: un hotel, un parque...) y allí nos dejaron tiempo libre. El paisaje era precioso, por lo que prácticamente todos fuimos a hacernos fotos. Además había muchos animales: caballos, llamas... Vimos una actuación de caballos y después nos dejaron dar un paseo en ellos.
El día estuvo genial y bastante completo. Al llegar a Golub-Dobrzyn fuimos a cenar a casa y después salimos a dar una vuelta con los demás extranjeros. Sólo quedaban dos días para volver a casa...

miércoles, 9 de abril de 2014

Miércoles 9 de abril. Visita a Torun, una ciudad con encanto.

Tras dos días en Polonia, ya estábamos dispuestos a todo, y el miércoles tocaba visitar Torun, una ciudad muy cerca de nuestro pueblo conocida principalmente por ser la ciudad de origen de Copérnico. Así pues, nos levantamos tempranito y partimos rumbo a Torun.
Al llegar, yo no podía parar de hacer fotos, los edificios eran preciosos y era una ciudad más grande de lo que yo pensaba. Primero, fuimos al observatorio astronómico de Copérnico y vimos una proyección en el planetario que hablaba de la ciudad de Torun desde la actualidad hasta la creación de nuestro planeta (y sí, era un poco larga), sin embargo fue algo curioso y entretenido. Al salir, nos dividieron en dos grupos y ¡venía la mejor parte para mi! ya que íbamos a ir a un taller artesanal de galletas de jengibre (tradicionales en la ciudad), el cual tenía muchas ganas de visitar. El taller era muy bonito, decorado como a la antigua y todos los monitores iban vestidos con trajes tradicionales. Allí, nos enseñaron cómo se hacen las galletas y tuvimos la oportunidad de hacer la nuestra propia y más tarde llevárnosla de recuerdo. Además había una tiendecita en donde podías comprar sus productos, yo compré un paquete de galletitas y he de decir que no defraudan en sabor!¡Deliciosas!.
A continuación, fuimos a un museo medieval en el cual nos hablaron de las costumbres de la época, la historia de Torun y pudimos observar diversos cuadros y retablos de la edad Medieval, pero sin duda lo más gracioso fue ver cómo eran las vestimentas de aquellos tiempos ¡en nuestros propios compañeros! 
Los más afortunados (o desafortunados, según el punto de vista) tuvieron la oportunidad de probarse armaduras, vestidos de piel, pantalones bombachos, gorros y diademas muy peculiares... 
Tras la visita al museo, era la hora del almuerzo, pensábamos que iríamos a un restaurante típico polaco o algo así, sin embargo, ¡fuimos a un hindú!, fue algo muy curioso la verdad... Tras un almuerzo bastante singular, fuimos a la casa de Copérnico, que se podría decir que es como el patrón de Torun. En su casa, pudimos ver el lugar donde estudiaba, su cuarto, la cocina, muchas de sus herramientas... Además, había varios escritos y libros suyos que intentamos traducir. Fue muy educativo y me gustó mucho la experiencia de estar en casa de alguien tan importante en el mundo de la ciencia. Para concluir con nuestras actividades, fuimos a una especie de museo interactivo en el que nos hablaban un poco de los Teutónicos y hacíamos algunos juegos y actividades, para mi lo mejor de este lugar fue el que los monitores hablaban muy bien inglés y le daban una entonación muy teatral, lo cual nos permitió desarrollar un poco más nuestro oído en ese ámbito. 
Y después...¡Llegó el tiempo libre! Todos partimos contentos a diferentes sitios de la ciudad que nos llamaron la atención y vimos muchas cosas interesantes. Lo pasamos muy bien y el tiempo acompañó, disfrutamos de diferentes tiendas, monumentos, una exposición muy bonita... Muchas cosas que hacer la verdad. Cuando llegó la hora de volver, todos estábamos encantados con la visita y nos gustó mucho la ciudad, eso sí, estábamos muuuuy cansados. Al llegar a Golub, María y yo tuvimos la oportunidad de probar los Pierogis (Similares a los raviolis con diferentes rellenos, muy típicos en Polonia), los probamos de setas y  también dulces y ¡estaban deliciooosos! No nos importaría repetir. 
 Al estar tan cansados de nuestra visita a Torun, nos quedamos en casa de la anfitriona de María y estuvimos hablando y charlando un buen rato, ¡hasta que nuestros ojos se caían de sueño!
En mi opinión, fue uno de los mejores días de la semana, muy enriquecedor y cultural y el que todos disfrutamos de la preciosa ciudad de Copérnico.

lunes, 7 de abril de 2014

Primer día en Golub-Dobrzyń

El día comenzó con una formal presentación del instituto polaco donde hablaron diferentes profesores y después nos presentamos los alumnos y profesores de los distintos países.

Más tarde, expusieron presentaciones acerca de la cultura de cada país y cuando acabamos fuimos a comer.

Entonces, cuando acabamos de comer, fuimos a visitar el castillo del pueblo que era un lugar donde estaban los caballeros y allí cocinamos unas salchichas en una fogata y volvimos a casa. 

Por la noche algunos fuimos a cenar a una pizzeria despues de dar una vuelta por el pueblo y tras ir a la pizzeria fuimos a una zone cercana al castillo para acabar el dia

viernes, 7 de febrero de 2014

Viernes 7 de febrero: Budapest

Llevábamos cinco días en Hungría y ya era hora de visitar su capital: Budapest.

La primera parada fue en la parte de Pest para ver la Exposición Invisible.


Honestamente, nunca imaginé que podría existir una exposición de este tipo. Pero merece mucho la pena visitarla, es una experiencia totalmente diferente y cómo no, una manera distinta de ver un museo. Además, te hace reflexionar y darte cuenta de las dificultades que encuentran las personas con discapacidad visual y qué es lo que se siente cuando no ves absolutamente nada sin necesidad de cerrar los ojos.

jueves, 6 de febrero de 2014

Jueves 6 de febrero. Cuarto día en Hungría.


Nuestro cuarto día fue un tanto especial. Primero nos levantamos y fuimos a la sala de conferencias, donde tuvimos una charla sobre la discapacidad en Szazhalombatta.
Luego fuimos a desayunar café con dulces e hicimos nuestra presentación sobre la discapacidad en España. Ésta no salió tan bien como la otra, pero por supuesto, los españoles seguíamos manteniendo el listón alto.
Después vimos una actuación hecha por gente con discapacidad, en la que los actores expresaban sentimientos y emociones a través de gestos, movimientos y objetos. Fue muy emotiva y emocionante.
Más tarde fuimos al comedor, y...¡Por fin! Nos dieron comida baja en calorías, comimos filetes de pollo con ensalada.

Después de la comida, fuimos a hacer talleres de lenguaje de signos. Aprendimos a decir nuestro nombre y nacionalidad con gestos, y luego fuimos a hacer un juego relacionado con los superhéroes y la discapacidad. En este juego acerté una pregunta cuya respuesta era "Thor", un dios de la mitología nórdica (por lo visto también superhéroe), todo ello gracias a las curiosidades que me entran a veces y me da por buscar cosas raras en Wikipedia.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Miércoles 5 de febrero. Visita a Pécs

El miércoles en Hungría fue genial. Como todos los días nos levantamos muy temprano para poder aprovechar al máximo los días que teníamos para visitar ese magnifico país.
Un día más, quedamos en el instituto de Szazhalombatta, en el que estudian los que fueron nuestros compañeros durante una semana, e incluso nos atreveríamos a llamar amigos. Amigos que quizás no podamos ver muy a menudo, pero con los que hemos compartido una experiencia inolvidable y hemos pasado unos días muy agradables. Cogimos un autobús y nos dispusimos a emprender nuestro viaje hacia Pécs.
El viaje fue largo, pero no nos importó, los viajes siempre se hacen cortos cuando vas con buena compañía y un bonito paisaje con el que entretenerte.
Una vez allí pudimos visitar la catedral, tanto el interior como el exterior era una verdadera obra de arte; quedamos realmente impresionados, y la prueba está en que no hubo nadie que se escapara sin hacerse antes una foto en este lugar. Allí plasmamos uno de los momentos más bonitos de nuestra visita, pues es un recuerdo muy conmovedor una foto de todos los que participamos en el Comenius unidos.

Además fuimos acompañados de una guía que nos facilitó mucho la visita y nos proporcionó información de esta ciudad tan hermosa, ella nos hizo mucho mas ameno el día. Otra buena compañía fue el tiempo, salieron unos días preciosos, soleados y nevados a la vez, una mezcla totalmente opuesta que nos enamoró a todos, algo así como la mezcla entre lo dulce; podríamos decir que este tipo de mezclas son características de nuestro viaje.